sábado, 29 de agosto de 2015

Buscando la mejor hamburguesería de Valladolid (XXV): El Cocinillas

Tras un mes de agosto bastante parados quisimos ir a cenar al restaurante El Cocinillas, situado en Puente Jardín, a meternos un tartar de atún entre pecho y espalda, pero, por cosas del verano, el cocinero estaba de vacaciones y su carta era mucho más sencilla (esto de que la gente tenga derechos me saca de quicio). No obstante, la suerte nos sonreiría ya que podían preparar hamburguesas de cuatro tipos diferentes de carne, ternera, pollo, lechazo y Kobe (wagyu), con lo que ya teníamos la excusa para hacer otro capítulo de nuestro especial.



Para ir haciendo hambre pedimos una ración de alitas mexicanas y media ración de patatas fritas. Las alitas eran grandes y estaban bastante ricas, aunque desconozco el porqué eran mexicanas ya que no encontré nada picante en ellas. Los 5,90€ que costaban estuvieron bien invertidos. Las patatas fritas, por otra parte, aunque me resultaron un pelín grasientas, estaban suficientemente bien como para que merezca la pena pedirlas. Una media ración más que generosa.



La hamburguesa de wagyu, acompañada por tomate, lechuga y cebolla, estaba impresionante. La carne estaba perfecta, poco hecha, y no merece la pena añadir ningún ingrediente más para que nada "contamine" la experiencia. El pan de mollete, ligeramente tostado, es otro excelente elemento de esta magnífica hamburguesa, que tiene un precio de 7,50€. 



Si la hamburguesa de wagyu nos pareció magnífica, la de lechazo resultó incluso mejor. En este caso el sabor de la carne es más fuerte, lo que nos permitió añadir queso para darle un toque a mayores. Esta hamburguesa nos costó 8 euros, ya que el queso eran 50 céntimos, bien pagados, más.

Lo que son las cosas: fuimos a por un tartar y acabamos descubriendo unas hamburguesas buenísimas. La calurosa tarde de verano nos permitió además disfrutarlas tranquilamente en la terraza del local. El servicio, correcto en todo momento, redondeó una muy recomendable experiencia.

martes, 4 de agosto de 2015

Restaurante La Casa Dei Pazzi - Madrid

Un domingo de verano tras un fin de semana bastante duro nos vimos atacados por el antojo de comer en un restaurante italiano. Como no había muchas fuerzas, buscamos alguno que estuviera cerca de una parada de metro de la línea 5 para ahorrarnos un posible trasbordo, con lo que en poco tiempo dimos con el restaurante La Casa Dei Pazzi, que está muy cerca del metro de Chueca.

El local es pequeño y no hay demasiada separación entre mesas, pero como éstas tienen distintas orientaciones, no existe ningún tipo de agobio.



Nuestra hoja de ruta en los restaurantes italianos siempre es la misma: un entrante, un plato de pasta y una pizza a compartir. De entrante escogimos un carpaccio de ternera que llevaba champiñones laminados, almendras tostadas y queso pecorino. En la página web ponía que su carpaccio era de pulpo, pero en el restaurante era de ternera, cosa que no nos disuadió de pedirlo (faltaría más). Estaba muy rico y daba gusto notar que todos los ingredientes tenían su cuota de protagonismo. En la parte negativa, aunque creo que sobreviviremos, a nuestro parecer el plato tenía poca carne.



Como plato de pasta pedimos paccheri dei pazzi. Yo, que nunca había probado los paccheri, me sorprendí al ver estos cilindros de pasta parecidos a los canelones pero más pequeños y más gruesos. Estaban servidos con boletus, salchicha fresca, gorgonzola y tomate seco. Al pedir el plato nuestras expectativas eran muy altas, pero los primeros bocados nos dejaron un tanto fríos. Por suerte, poco después el sabor del boletus y la salchicha empezaron a aparecer con fuerza dejando un plato de pasta la mar de bueno. Y ya que estoy con el día de quejarme por todo, hubiera preferido que no hubieran echado tanto cebollino.



Para la pizza nos decantamos por la carbonara dei pazzi, que venía con huevo, champiñones y guanciale. Como a parte de comer, esta visita tuvo su parte didáctica, aprendimos que el guanciale se podría calificar como una panceta de más nivel. Estaba deliciosa, sobre todo la parte con el huevo frito. La cantidad de ingredientes sobre la pizza fue correcta.



Ya de postre probamos el cannolo con crema de ricotta y chocolate. Este postre típico italiano sabe bien, pero yo prefiero las cosas algo más dulces.



Además del buen trato y buena comida que recibimos, el precio de la comida nos dejó perplejos. Casi 46 euros ya nos parecía buen precio, pero tras el 30% de descuento con el que fuimos se nos quedó en 34 euros que no nos costó en absoluto pagar.


Ficha:

La Casa Dei Pazzi
C/ Pelayo, 19
28004 Madrid
Tlf: 91 012 39 33 / 645 31 06 80
Web: La Casa Dei Pazzi


Lo mejor: la pizza
Lo menos bueno: no tener hambre para más
Precio: 20-25€