viernes, 26 de diciembre de 2014

Restaurante Aquarium - Valladolid

Ante nuestro último entrenamiento antes de empezar la vorágine navideña, decidimos ir al restaurante-arrocería Aquarium, que está situado en la zona peatonal entre la Acera de Recoletos y el Campo Grande.

El local llama la atención ya que se trata de un pabellón acristalado, y por tanto muy luminoso. La separación entre las mesas es bastante buena, así que se evitan bastantes incomodidades.



Empezamos pidiendo una ración de croquetas para probar las cinco variedades que tienen. Las de bacalao y las de pollo con teriyaki nos parecieron flojillas. Las de jamón ibérico y las de gambas al ajillo normales, nada del otro mundo. Sin embargo, las de sepia en su tinta estaban buenísimas. La mejor elección que se puede hacer.



Como segundo entrante pedimos el tartar de atún rojo. Tal y como se puede ver en la foto, no viene aliñado y cada uno se lo puede hacer al gusto.

La primera impresión al ver el plato nos decepcionó un poco, pero de sabor, la verdad es que estaba espectacular. Los quince euros que vale, por su calidad, y los precios que se ven en este tipo de plato, están perfectamente amortizados.



Ya que veníamos a una arrocería, parecía un pecado no probar alguna de sus especialidades, así que nos decidimos por el arroz meloso de gamba roja. Estaba buenísimo, y además es una ración francamente generosa para que nadie se quede con hambre.



Por último, pedimos el tataki de atún rojo. Otro plato que estaba increíble, sobre todo con la salsa que lo acompañaba.



De postre pedimos "el huevo en su nido". Ya de por sí, su presentación nos dejó con la boca abierta. Si para la vista estaba muy bien, para el gusto no se quedó atrás. La clara estaba hecha con yogur griego y la yema era de crema de mango.

Y eso fue todo. Quitando el lunar de algunas croquetas, la comida estuvo muy bien en todo momento, incluido el servicio, que estuvo espectacular. El precio, incluyendo el vino, el postre y dos cafés fue de poco más de 40 euros por persona, lo que resulta apropiado para lo que obtuvimos a cambio.

Como último apunte, no confundir el Aquarium con el Sabores. Están en el mismo local, lo lleva la misma gente y parte de la carta es igual (entrantes y arroces), pero los platos principales son diferentes. Me imagino que la calidad será similar, pero eso ya lo comprobaremos otro día.


Ficha:

Restaurante Aquarium
Acera de Recoletos s/n (Pabellón de cristal)
Paseo central del Campo Grande
47004 Valladolid
Tlf: 983 30 36 99


Lo mejor: el tartar y el arroz
Lo menos bueno: algunas croquetas
Precio: 40 €

martes, 23 de diciembre de 2014

Restaurante Arce - Madrid

En estos días, que es casi Navidad, es época para las habituales cenas de empresa, y en mi caso, nos llevaron al Restaurante Arce, situado en Chueca, para disfrutar de una velada muy diferente a las que estoy acostumbrado.

Una vez sentados y conseguido algo de silencio, el chef, Iñaki Camba, nos fue explicando el menú que teníamos preparado. El trato con él fue muy cercano (en mesas más pequeñas se sienta con los comensales), y aunque he leído que algunos no les gusta tanta familiaridad, a mi me parece un buen detalle.

Leí en la página web del restaurante las cosas que ofrecían, y me hice a la idea de que iba a comer cosas muy ricas, pero sin duda, un tanto escasas.


No son las de mamá, pero también están ricas

El aperitivo consistía en unas Croquetas de Hongos bastante ricas, pero, me esperaba un sabor algo más intenso.


Me quedé con ganas de haber forrado un libro

Continuamos con un Mar y Montaña de Ahumados que, como es fácil de imaginar, consistía en un surtido de ahumados de animales de tierra y mar, como por ejemplo pulpo, ciervo y salmón. Estaba bueno, pero algunos trozos eran casi transparentes.


"Comer de un bocado" en sentido literal

Lo siguiente fue la Yema de Huevo Templada en Cuchara de Patata Frita y Bocado de Idiazábal con reducción de Pedro Ximénez. Me gustó bastante este plato. El huevo estaba perfecto, y el queso, aunque no me va mucho el Idiazábal, también estaba muy rico. En cuanto preguntaron si alguien quería repetir, me presenté voluntario rápidamente.


Un poco de pasta para llenar la tripa

Después fue el turno de las Gramíneas con Setas y Foie. Las gramíneas, como se puede ver en la foto, fueron una especie de fideos gruesos y cortos. Otro plato bien rico que nos gustó a todos.


Muy rico el cerdo

Como plato principal, había para escoger entre diversas variedades de carne o pescado, según las preferencias de cada uno. El problema es que los nombres eran muy largos y yo no destaco precisamente por mi capacidad mental. Dentro de las opciones de carne había dos a base de cerdo, como por ejemplo el Wellington de Ibérico con Bearnesa y Mostaza que se puede ver aquí arriba, uno que era codorniz (creo) y otro que fue el que pedí yo, pero, francamente, no recuerdo qué tipo de carne era. Sólo sé que en cuanto dijeron algo de carne roja, supe que me lo iba a pedir (la foto se puede ver a continuación).


Carne roja por determinar

De pescado se podía escoger entre el congrio en salsa verde, que escuché a mis compañeros decir que estaba espectacular, el bacalao a la brasa, o las albóndigas de rape entre otros.


El surtido para hacer felices a los niños

De postre sirvieron un Surtido de Repostería en el que todo estaba muy bueno. No dejamos ni las migas.

Como fui invitado, desconozco a cuánto salió cada uno, pero por lo que se puede ver en la carta de su web, por menos de 50 o 60 euros por persona no se va a cenar. Si merece la pena o no, es otro cantar. Está claro que hubiese preferido más cantidad, pero la verdad es que estaba todo buenísimo. Supongo que darse un capricho de calidad está bien de vez en cuando.

El servicio está a la altura de la calidad de la comida. Siempre atentos a todo y sin perder la sonrisa pese a que nos fuimos bastante tarde del local, y evidentemente querrían irse a descansar.


Ficha:

Restaurante Arce
C/ Augusto Figueroa,32
28004 Madrid
Tlf: 915 22 04 40


Lo mejor: comida de calidad
Lo menos bueno: las cantidades son muy justas
Precio: 70 €

jueves, 4 de diciembre de 2014

Buscando la mejor hamburguesería de Valladolid (XX): Gatsby

Para celebrar nuestro vigésimo capítulo buscando la mejor hamburguesería de Valladolid, fuimos hasta el Gatsby, situado al lado del Hotel NH Ciudad de Valladolid, donde la Feria de Muestras.

Cosas provocadas por la ignorancia, por alguna razón no me daba buena espina este sitio, aunque no sé exactamente porqué. El caso es que fue entrar, nunca lo había hecho antes, y empezar a pensar que había cometido un error. El local no es muy grande, pero tiene buen aspecto y su carta, sin tener hamburguesas gourmet en cuanto a ingredientes, sí disponen de diversos tipos de carne: ternera (110g), buey, cerdo y Kobe (wagyu).



Como entrante pedimos unas Patatas Gatsby. De tipo gajo y con unas salsas sabrosas, son una buena manera de entretenerse en lo que llegan las hamburguesas. Tienen un precio de 3,20€.



En lo importante, empezamos pidiendo una Hamburguesa Gatsby, que lleva doble hamburguesa de ternera, queso, bacon, huevo, lechuga, tomate y cebolla pochada.

Todo muy rico y el huevo en su punto. Sólo pudimos encontrarle la pega del pan, que una vez que has cogido la hamburguesa, sabes que no hay vuelta atrás. O te la comes del tirón, o se te cae el pan, y el resto de ingredientes, a pedazos. Esta hamburguesa vale 5,20€.



La Hamburguesa Especial es la misma que la Gatsby, pero sólo lleva una hamburguesa, así que mismos puntos a favor y en contra. Su precio es de 4,20€.



También pedimos la Hamburguesa de Buey, que está compuesta por la hamburguesa de 200g, lechuga, tomate y cebolla pochada. La carne estaba espectacular y al no tener mucho aderezo, uno se puede concentrar simplemente en el sabor de la carne. Esta hamburguesa cuesta 5,50€.



Por último, aunque nuestra intención es que hubiese sido un entrante, pedimos una de las especialidades del local: las Mini-Hamburguesas de Buey, que llevan cebolla pochada, salsa de miel y mostaza y patatas fritas. Para los que pedimos hamburguesa de ternera, fue una manera de tener nuestro propio trozo de buey. Eran 4 hamburguesas que estaban ricas, pero nos quedó la sensación de que había mucho pan para tan poca carne. Valen 6 euros.

Que no se me olvide comentar que las hamburguesas (no las mini) no llevan patatas, pero por 2 euros más tienes bebida y patatas incluidas.

Por todo lo que he escrito, queda claro que la sensación que tenía antes de venir era equivocada. Todos salimos muy contentos con lo que habíamos comido, y tenemos en mente volver para probar la hamburguesa de Kobe (wagyu). Las camareras, pese a que fuimos a ultimísima hora, fueron muy simpáticas en todo momento y no pusieron ni una mala cara pese a que les hicimos cerrar más tarde.


Ficha:
Gatsby
Av/ Ramón Pradera, 12
47009 Valladolid
Tlf: 983 11 94 11
Facebook: Gatsby


Otros candidatos

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Restaurante La Figal de Pablo - San Sebastián de los Reyes

Si los deportistas necesitan hacer una preparación de cara a sus competiciones, considero que debo hacer algo parecido para poder llevar bien otro tipo de competiciones, como por ejemplo: las comilonas de Navidad. Así que, para que no me pillen falto de forma, decidí ir con un amigo a un restaurante en San Sebastián de los Reyes: La Figal de Pablo.

El local dispone de una barra grande y varios salones bien organizados para que las mesas tengan una buena separación entre ellas.



En lo que esperábamos la comida, nos sirvieron un paté de queso como aperitivo. Siempre me gustan estos detalles, y si además están ricos, mejor que mejor.


Pese a que la carta disponía de varios entrantes llamativos, nos decidimos por dos que estaban fuera de carta. Lo primero fue una ración de coquinas. Era la primera vez que las probaba, y tras la experiencia, espero que no sea la última. Estaban espectaculares y se dejaban comer como pipas.



Nuestra segunda elección fueron las zamburiñas. Excepto una que resultó algo sosa, el resto estaban buenísimas. Ambos entrantes no son baratos, pero merece la pena pedirlos.



De segundo empezamos pidiendo el atún rojo con salsa de mostaza antigua. Lo que se ve en la foto corresponde a media ración, porque queríamos compartir ambos platos y así era más cómodo. Tengo la sensación de que hubiese sido mejor que nos trajeran la ración entera directamente y ya la partíamos nosotros, porque al ser el trozo más grande, hubiera quedado algo menos hecho, pero se agradece el detalle del camarero. En cuanto al sabor, no estaba mal (la salsa mejor), pero esperaba algo más.



El otro segundo fue el solomillo de buey con foie fresco. Misma pega que el anterior: un trozo más grande de carne hubiese quedado menos hecho y por tanto más a nuestro gusto. Se notaba, en cualquier caso, que la carne era bastante buena y el foie estaba bien, pero un poquito peor en comparación.



No teníamos pensado pedir postre, ya que los precios eran bastante altos, como tristemente es habitual, pero la gula nos pudo y pedimos un milhojas relleno de crema que, francamente, estaba riquísimo.

El precio fue de 50 euros por cabeza, incluyendo un 30% de descuento que teníamos al reservar por internet. No es barato, pero nadie debe esperar que lo sea si pide 2 entrantes (ni las zamburiñas ni las coquinas son baratas), 2 principales, un vino de 25 euros, un postre, un café y dos chupitos (con esa cuenta, hubiese sido un detalle que nos invitaran). El servicio, sin contar lo de los chupitos, también fue excelente. Muy atentos y dispuestos a aconsejar cuando hacía falta.


Ficha:

La Figal de Pablo
Av/ Tenerife, 19
28700 S.S. de los Reyes
Tlf: 91 268 55 78


Lo mejor: las coquinas
Lo menos bueno: que no invitasen al chupito
Precio: 50 €

domingo, 30 de noviembre de 2014

Flanker Gastro-Bar - Las Rozas

Aprovechando que unos amigos se han ido a vivir a Las Rozas, no hemos querido desaprovechar la ocasión de ir a probar nuevos sitios de buena comida. En este caso fuimos al gastro-bar Flanker para comenzar nuestra reconocimiento del lugar.

El restaurante está medio escondido entre las urbanizaciones de la zona, pero no resulta demasiado complicado llegar. Primero se pasa una terraza cubierta que dispone de calentadores para esta época más fresca, y una vez dentro del local, se puede apreciar una bonita decoración moderna. Dependiendo del plan, tienen tanto mesas altas como normales para poder disfrutar de la comida/bebida.



Empezamos pidiendo un tataki de salmón que presagiaba una gran noche. Estaba espectacular.



Seguimos con los langostinos Tikka que también resultaron muy buenos y crujientes. A mi me encanta la salsa Tikka Masala, así que tenía todas las papeletas para que me gustase.



También pedimos unos triángulos de queso. Según la carta: "una receta griega con un toque picante". Sencillos pero muy ricos.



Otro plato fue el wok de langostinos thai. Colocados sobre una base de noodles, fue otro plato del que todos disfrutamos mucho.




Para pedir variado, quisimos probar unas pizzitas. Concretamente la de tomate seco, cherry, parmesano y rúcula por un lado y la de calabacín, parmesano y cebolla por otro. No estaban mal, pero más flojas que el resto de platos.



Por si no fuera suficiente, pedimos unos nuggets Lousiana en los que, tanto el pollo, como la salsa de miel y mostaza estaban buenos.



Por último, pedimos unos huevos rotos con ibérico y foie. Prometían mucho, pero tampoco fueron nada del otro mundo. Correctos sin más.

Un gran descubrimiento este sitio. Pese a que la cena empezó con cosas muy buenas, flojeó algo al final, pero vamos, todo es ir pidiendo otras cosas de la carta, que hay bastantes todavía que llaman la atención.



El servicio muy bien. Ambos camareros muy simpáticos, y aunque tal vez la espera entre platos sea un poco larga, se entiende que lo vayan preparando todo poco a poco y no que traigan todo de una vez.

En cuanto al precio, éramos un grupo de seis personas y salimos a casi 20 euros por persona, incluyendo varias cañas que nos tomamos.


Ficha:

Gastro-Bar Flanker
c/ Lope de Vega, 2
28231 Las Rozas (Madrid)
Tlf: 918 27 25 53
Facebook: Flanker Gastro-Bar

Lo mejor: el tataki de salmón
Lo menos bueno: las pizzas (para mi gusto)
Precio: 20 €

sábado, 29 de noviembre de 2014

Restaurante El Caballero de Olmedo - Olmedo

Con motivo de la celebración de un cumpleaños, la excusa para este fin de semana, fuimos a Olmedo para comer en El Caballero de Olmedo, ya que nos habían recomendado su lechazo.

Está situado en un antiguo convento y dispone de varios salones bien decorados (algunas lámparas son impresionantes)  y una terraza en verano.



En los entrantes, empezamos pidiendo unos níscalos ya que estaban de temporada.

Estaban muy buenos, pero no pudimos aprovechar toda la salsa ya que el camarero se llevó el plato sin preguntar.



Seguimos con el Lomo de Orza que venía acompañado por piquillos confitados, alioli suave y migas.

Otro gran entrante. La carne estaba rica y las migas con los piquillos y la salsa dejaban un gran sabor de boca.



Para acabar con los entrantes, pedimos Pulpo asado con aceite de carbón y crema de patata.

Impresionante. El pulpo estaba en su punto y acabamos toda la salsa a base de pan. Merecen la pena cada uno de los 18 euros que cuesta.



El plato principal, por supuesto, fue el lechazo asado.

Lamentablemente los dos cuartos fueron muy desiguales. El primero que me tocó probar resultaba soso y además, para nuestro disgusto, habían quitado el riñón (era el cuarto trasero). Sin embargo, el cuarto delantero estaba espectacular, con la carne sabrosa y la piel crujiente. De los mejores lechazos que hemos probado. Cada cuarto sale a 45 €.


En los postres empezamos con una crema de yogurt griego con mango que estaba muy rica.



Las natillas de yema y vainilla con galleta María resultaron decepcionantes. Estaban insípidas y la galleta estaba desaparecida en combate.



La mousse de dos chocolates no tuvo mucho éxito: sólo un voto a favor de cuatro posibles.



Por último, el flan de nata casero con nata montada nos encantó. Tanto el flan como la nata estaban buenísimos.

Salimos muy contentos de este restaurante. Los entrantes fueron excelentes, a la par que uno de los dos cuartos de lechazo. El otro cuarto y algún postre son mejorables. El servicio también fue muy bueno, a excepción de ese plato que nos "robaron" antes de poder aprovechar la salsa. Por último, los 40€ por cabeza incluyendo vino, hacen que la relación calidad/precio sea buena.


Ficha:

El Caballero de Olmedo
c/ Arco de San Francisco, 2
47410 Olmedo (Valladolid)
Tlf: 983 601 338
Web: El caballero de Olmedo

Lo mejor: el pulpo y el cuarto de lechazo que no salió bueno.
Lo menos bueno: las natillas
Precio: 40 €

martes, 25 de noviembre de 2014

Buscando la mejor hamburguesería de Valladolid (XIX): El Arca de Noé

Volvemos a ponernos manos a la obra con las hamburguesas, con una nueva entrega de nuestro especial. Esta vez fuimos hasta el Arca de Noé que se encuentra en la urbanización Fuente Berrocal. Aquí, a parte de las hamburguesas, también sirven carne en varios formatos como lechazo o chuletón, raciones varias o pizzas.



La Hamburguesa Gourmet es la única que se sirve aquí. Lleva carne de ternera, pepinillos, verduras a la parrilla (tomate, calabacín y berenjena), mix de lechugas, cebolla caramelizada y patatas fritas.

La presentación llama bastante la atención tal y como se puede ver en la foto, ya que todos los ingredientes vienen separados, y cada uno se monta la hamburguesa al gusto. No me convence demasiado esta novedad. Por otra parte, no preguntan el punto de la carne, pero la traen poco hecha, tal y como me suele gustar. No está mal del todo, pero lejos de las mejores que hemos encontrado en Valladolid. Su precio es de 8,5 €.



Por otro lado, también pedimos un solomillo de cerdo ibérico. No hay mucho que decir. Estaba correcto y punto.



Por último, pedimos una pizza caprichosa, que llevaba bacon, champiñones, mozzarella y orégano.

De sabor estaba muy bien, pero su principal defecto era la poca cantidad de ingredientes que habían echado.


Ficha:
El Arca de Noé
Pza/ Ópera s/n (Urb. Fuente Berrocal)
47009 Valladolid


Otros candidatos

lunes, 24 de noviembre de 2014

Restaurante La Cueva del Cura - Valdevimbre

Pese a habernos puesto las botas durante nuestra excursión a Gijón, todavía teníamos ganas de más, así que, qué mejor forma para remediarlo que una parada de camino a casa. El restaurante elegido fue La Cueva del Cura en Valdevimbre, provincia de León. Ya habíamos estado en otras ocasiones, pero como no teníamos entrada en el blog, la excusa era perfecta.

El restaurante es una cueva (como su propio nombre indica) excavada en la roca. Es adentrarse en ella e irse quedando alucinado por los distintos salones que vas encontrando, cada uno con un encanto especial.



Yendo a lo más importante, de entrante pedimos una tabla de embutidos. Cuando se es un grupo grande, escoger ésto es ir a tiro hecho, y si encima está todo muy bueno, mejor que mejor. Tiene jamón, queso, salchichón, lomo, chorizo y cecina.



Pese a estar incluida en la tabla de embutido, pedimos una ración de cecina a mayores. Estando en León parece casi obligatorio hacerlo, eso sí, bendita obligación. Estaba estupenda.



El último entrante fue una tortilla guisada. Una tortilla que con el sabor de la salsa con cebolla y pimientos tenía un sabor magnífico.



De segundo, algunos nos decantamos por el solomillo. La carne es muy buena, pero lo que no hemos conseguido, por mucho empeño que hayamos puesto, es que ambos trozos estén poco hechos. Siempre uno está en su punto y el otro un poco hecho de más.



La otra opción escogida fue el chuletón. Como se puede ver, la principal duda estuvo en cómo empezar a comer semejante ejemplar. Por lo demás, estaba muy rico.



De postre pedimos los Canutillos de Mercedes. Están rellenos de crema y tienen un sabor delicioso. Yo siempre acabo las comidas en este restaurante con ellos.

A modo de resumen, tengo que decir que sólo con ver la cueva, ya merece la pena venir, pero como además la comida es buena, hacer una visita es imprescindible. Tampoco resulta excesivamente caro, ya que incluyendo el vino (de la casa) no llegamos a 30 euros por persona. El servicio no es malo, aunque sí algo lento. No vamos a hacer un poema por ello.


Ficha:

La Cueva del Cura
c/ Manolo Cadenas s/n
24230 Valdevimbre (León)
Tlf: 987 30 40 37
Web: La Cueva del Cura

Lo mejor: el local
Lo menos bueno: un trozo de solomillo siempre queda más hecho de lo que nos gustaría.
Precio: 30 €

viernes, 21 de noviembre de 2014

Sidrería Casa Trabanco - Gijón

Por hacer algo cultural durante nuestra visita a Gijón, decidimos ir a visitar la sidrería Casa Trabanco para ver cómo se hace la sidra, y de paso comer en el restaurante que tienen.

El local es un salón grande con cuatro o cinco filas de mesas, y tres mesas largas por fila, y hay una separación entre las mesas para que los camareros vayan escanciando sidra a demanda. Un problema para mi gusto es que hay taburetes en lugar de sillas, así que la falta de respaldo es algo incómoda.

Con la visita teníamos la opción de elegir un descuento del 5% en la carta o un menú, con maridaje de sidras (muy buenas todas por cierto), que junto a la visita salía por 32 euros por persona. El menú sonaba bastante bien, así que elegimos esta opción.



Como aperitivo sirvieron una crema de verduras que estaba rica. Una buena forma de irnos preparando para lo que venía.



Entre los entrantes estaba el guiso del día que, por suerte, fue fabada, cosa que muchos esperábamos. Tanto las fabes como el compango eran caseros, y bien que se notaba. Estaba impresionante, aunque yo hubiese preferido más cantidad. Como apunte tengo que decir que quemaba como si hubiera salido del mismo infierno.



Como no había fabada para todos, nos dieron la opción de pedir pote asturiano, que nos dijeron que era más o menos igual pero con berza y patata. De sabor estaba bien, pero en cada cuenco no llegaba a haber ni cinco fabes (literalmente). No sabemos si siempre es así, pero acabamos compartiendo parte de las fabes de la fabada con los del pote.



El último entrante que se pidió fue el bacalao a la sidra con patata panadera. No llegué a probarlo, pero dijeron que estaba bueno.



Como segundo plato, algunos nos decantamos por el cachopo. Un plato típico asturiano que si bien tenía un tamaño bastante considerable, no estaba muy bueno. Estaba duro y tampoco tenía un sabor que me llamase la atención. Pese a tener aún hambre, no me lo comí entero.



También pedimos los escalopines con salsa de cabrales que, desgraciadamente, hicieron bueno el cachopo. Tenían los mismos defectos: tirando a duros y sin apenas sabor. También sobraron...



Por si no fuera suficiente, los postres también resultaron una decepción. Ni el arroz con leche requemao ni el helado de manzana asada nos gustaron.

La verdad es que fue una pena porque aunque el servicio fue excelente, tanto durante la visita como a la hora de comer y que también nos encantó toda la variedad de sidra que tenían, todo quedó empañado por la comida, de la que sólo se pudo salvar la fabada. No quisiera descartar del todo el restaurante, ya que el chuletón a la piedra tenía muy buena pinta, por lo menos desde fuera.


Ficha:

Sidrería Casa Trabanco
Carretera de Lavandera, N. 3255
33350 Gijón (Asturias)
Tlf: 985 136 462
Web: Casa Trabanco

Lo mejor: la fabada es impresionante
Lo menos bueno: el cachopo y sobre todo los escalopines fueron decepcionantes
Precio: 32 € (Menú más visita)