miércoles, 20 de abril de 2016

Restaurante Lagarejo - Valladolid

Ahora que los gastro-bares surgen como setas, y en general bien que nos gustan, teníamos pendiente visitar el Lagarejo, pero pequeño como es, conseguir una mesa nos parecía complicado. De todas formas, como los tontos tienen suerte teníamos todas las de ganar, y la primera vez que llamamos para reservar dimos en el clavo.

Como comentaba, el sitio es pequeño y sólo está la barra en la parte de abajo y tres mesas en la de arriba. La carta está llena de cosas apetecibles, así que tardamos algo más de lo habitual en decidirnos.



Empezamos con un Carpaccio de gamba blanca que nos encantó a todos. Un sabor muy fino, pero excelente que lo convierte en un plato imprescindible.



Seguimos con el Huevo a 60º con cama de foie y hongos. Aspecto previo a mezclarlo... bien. Sabor... estupendo. Cantidad.... deberíamos haber pedido tres para cada uno, porque con lo bueno que estaba, nos quedamos con ganas de más.



No podía faltar una de nuestras debilidades: el Tartar de atún rojo. En esta ocasión, sobre una base de aguacate y kumato. No me pareció que la parte de aguacate aportase mucho, pero no por ella deja de ser un tartar muy bueno.



De plato principal probamos el Medallón de solomillo de buey con foie y reducción P.X.. Muy buena carne y buen foie. Todo lo que necesito para mi supervivencia diaria.



Otro plato irresistible para nosotros, el Steak tartar, de solomillo de buey en este caso, cayó por partida doble para probar dos puntos de picante distintos. Ganó el más picante porque no chocó con el sabor de la carne, como lamentablemente nos ha pasado en algunas ocasiones.



De postre pedimos el Lingote, que lleva bizcocho, té verde, chocolate blanco, yuzu y más cosas que mi pobre memoria no pudo retener. Estaba bueno, aunque sin comparación posible con lo probado hasta el momento.



También pedimos dos Sorbetes helados, uno de mojito y otro de arroz con leche. El de mojito ni fu ni fa, de largo lo peor de la comida, y el de arroz con leche muy rico.



Como bien dijo uno de nuestros amigos, comer en este restaurante es toda una experiencia. Todos los platos fueron excepcionales, y aunque el postre estuvo algo peor no tengo ninguna duda de que merece la pena venir.

El precio me pareció muy apropiado para lo que habíamos comido, ya que tocamos a casi 45€ por persona, pero hubo una botella de tinto, una de clarete y tres postres incluidos. No quiero olvidar un detalle que me sorprendió gratamente: no se cobra por nada que no se haya pedido, ni cubierto, ni pan (y eso que pedimos más), ni servicio. Ya se lo podían aplicar el resto de restaurantes, que se aprovechan, sí, se aprovechan, de que no está mal visto.

Y en cuanto al servicio, pues bastante bien. No es complicado atender sólo las dos mesas que estábamos ese sábado, pero el camarero nos gustó. Hay que decir que decir que aquí la comida se hace en el momento, por lo que nadie se espere poder comer a toda prisa.


Ficha:

Restaurante Lagarejo
c/ Madre de Dios, 25
47011 Valladolid
Tlf: 679 41 45 19
Facebook: Lagarejo


Lo mejor: el carpaccio de gambas
Lo menos bueno: el sorbete helado de mojito
Precio: 45€

martes, 12 de abril de 2016

Restaurante Graciano - Madrid

Para finalizar nuestra Semana Santa gastronómica por Madrid, fuimos al restaurante Graciano, especializado en cocina asturiana, con la intención de aplacar nuestras ansias carnívoras ya que habían estado ignoradas estos días.

El local es bastante elegante, pero por suerte para nuestro bolsillo, se podía obtener un descuento mediante la página de El Tenedor.



Como Aperitivo nos sirvieron aceitunas y queso por un lado, y crema de calabaza por otro. Todo estaba muy bueno, así que la comida empezó con buen pie.



Nada más ver en la carta el Tartar de atún rojo con caviar de salmón, no pudimos hacer otra cosa que pedirlo como entrante. Estaba muy rico, siendo el toque cítrico que tenía lo que más nos llamó la atención, puesto que lo hacía diferente al resto de tartares que hemos probado.



Siguiendo con los productos del mar, pedimos una ración de Chipirones a la sartén. Los chipirones estaban buenos y la cebolla les daba un punto jugoso, pero en general resultaron algo aceitosos.



Como plato principal pedimos el Chuletón de vaca madurada fileteado a la piedra ya que había pasado un tiempo desde la última vez que comimos uno. La cantidad de carne era generosa y su sabor, magnífico. La pega habitual de la piedra es la humareda que te comes, pero no se puede tener todo en esta vida.



De postre pedimos la Crema de arroz con leche, que es parecido al arroz con leche habitual, sólo que también se usa nata como ingrediente y la parte de arriba es azúcar quemado como si se tratase de una crema catalana. Estaba impresionante, pero vaya bomba en el estómago con todo lo que había comido...



También pedimos un Sorbete de mandarina al vodka que estaba espectacular. Parece mentira que tras no haber probado nunca un sorbete al vodka, en una semana probásemos tres distintos.



Con estos ricos postres, y unos chupitos de rigor, dimos por finalizada nuestra visita al Graciano. Tanto la atención como la comida tienen un nivel bastante alto, lo que hace que pagar 65€ por persona, descuento incluido, esté dentro normal ya que fueron dos entrantes, dos principales, dos postres y un café más una botella de 35€. Un buen restaurante que se merece una nueva visita aunque sea sólo para probar su fabada.


Ficha:

Restaurante Graciano
c/ Jorge Juan, 69
28009 Madrid
Tlf: 914 31 60 11
Web: Restaurante Graciano


Lo mejor: el chuletón
Lo menos bueno: los chipirones estaban demasiado aceitosos
Precio: 65€

viernes, 8 de abril de 2016

Buscando la mejor hamburguesería de Valladolid (XXVIII): Burdeos

Vamos muy lentos últimamente probando hamburguesas, pero no nos detenemos. En esta ocasión fuimos a la Hamburguesería Burdeos, en el barrio de La Rondilla, que fue la ganadora del II concurso de hamburguesas gourmet de Valladolid. El local es de un tamaño medio para una hamburguesería y en verano tienen una terraza que se agradece cuando hace calor. Tuvimos suerte ya que cuando llegamos sólo quedaba una mesa libre, así que nos acomodaron rápidamente y nos preparamos para escribir un nuevo capítulo de este especial.



Para empezar pedimos la siempre socorrida fuente de Patatas fritas 6 salsas. Las patatas eran caseras, lo que siempre es un aspecto a favor, pero el punto fuerte estaba en las salsas. Otras veces te encuentras con el típico ketchup, mostaza, mayonesa, barbacoa, alioli y otra cualquiera, pero aquí nos encontramos una salsa de mostaza con miel, una salsa de queso... Todo muy rico por 3,80€.



La primera hamburguesa que tomamos fue la Hamburguesa con queso, que tenía carne a la parrilla, de ternera en este caso, lechuga, tomate, cebolla, queso cheddar y salsa césar.



El problema que tuvimos, como muestra la foto, es que la carne estaba demasiado hecha y el conjunto resultaba bastante soso. Tiene un precio de 4,70€.



La otra que probamos fue la Hamburguesa Burdeos, que estaba compuesta por carne a la parrilla, ahora de buey, con lechuga, tomate, cebolla caramelizada, bacón, queso cheddar y salsa burguer. En esta caso la carne sí estaba hecha a nuestro gusto, y si a eso le añades que sea una carne mejor que la de ternera normal... poco más se puede decir. El resto de elementos no aportaron mucho más, pero tampoco me parece muy negativo cuando la carne es lo principal. Ésta vale 5,80€, y fue la hamburguesa con la que ganaron el II concurso de hamburguesas gourmet de Valladolid.


Creemos que el problema que tuvimos con la hamburguesa de ternera pudo deberse a que cuando se hace al mismo tiempo una carne de 200g con otra de poco más de la mitad, se corre el peligro de que la segunda se haga de más, tal y como fue nuestro caso. Aquí no disponen de una gran variedad de hamburguesas, pero es más importante que lo que tengan lo hagan bien, y contando con una carne de buey como la que tienen, es difícil no quedar satisfecho. El servicio fue correcto y razonablemente rápido, así que también queda aprobada esa asignatura. 

miércoles, 6 de abril de 2016

Restaurante Oven Fuencarral - Madrid

A nuestra Semana Santa gastronómica le llegó el turno de la comida italiana, así que fuimos al restaurante Oven, situado en la calle Fuencarral, para marcar nuestra hoja de ruta. Tienen otro local en Gran Vía, pero ir a los dos igual ya era pasarse.

La primera impresión al entrar al restaurante no fue la más halagüeña, ya que vimos varias mesas que no nos gustaban, muy pegadas a otras, y temimos que alguna fuera para nosotros, pero por suerte, o por haber reservado, nuestra mesa estaba situada junto a una ventana y allí nos encontramos mucho mejor.



Como la coletilla del nombre de este restaurante es "mozzarella bar", elegir un entrante no fue muy complicado y pedimos la Mozzarella clásica, que estaba hecha con mozzarella de búfala, milhojas de tomate, aceite de albahaca y pimienta rosa. Ya con la presentación nos tenían ganados, pero el sabor era igual de bueno.



Como plato de pasta escogimos los Mezzi rigatoni, que venían con gorgonzola, parmesano y aceite de albahaca. Así, de forma sencilla, los rigatoni son un tipo de pasta con forma cilíndrica y ondulada, y mezzi significa "medio" en italiano, con lo que la conclusión es obvia (vamos, digo yo). Al principio resultaban algo sosos, notándose eso sí que la pasta estaba perfectamente cocida, pero fue porque no habíamos mezclado todos los ingredientes. Una vez hecho, resultaban muy sabrosos.



Como pizza nos decantamos por la Pizza del bosque, que llevaba una base de boletus, mozzarella, mezcla de setas, champiñón, tomillo y aceite de trufa blanca. Estaba rica, pero me hubiese gustado un sabor más intenso. Si vuelvo, aunque no me importaría darle una segunda oportunidad, me pediría una diferente, porque la verdad es que sobre el papel hay muchas pizzas con muy buena pinta.



De postre comimos la Panacota con frutas del bosque, que aunaba una bonita presentación con un buen sabor.



Por último, pedimos una Tarta de queso con dulce de leche. Vale que la tarta de queso no es mi postre favorito, pero por otro lado, para mi gusto el dulce de leche lo soluciona todo, así que... muy rico.



Tras un buen postre salimos del restaurante dispuestos a andar un rato para poder bajar parte de la comida, pero satisfechos por lo que nos pareció una buena experiencia. La comida está bien, el servicio muy bien y el precio es correcto, no llega a 25€ por persona, que es lo normal es un restaurante de este tipo.


Ficha:

Oven Fuencarral
c/ Fuencarral, 74
28004 Madrid
Tlf: 91 786 42 68
Web: Oven


Lo mejor: los mezzi rigatoni
Lo menos bueno: algunas mesas están demasiado juntas
Precio: 25€

lunes, 4 de abril de 2016

Restaurante La Leyenda del Ágave - Madrid

Siguiendo con nuestra Semana Santa madrileña, y con la intención de probar estilos de cocina distintos, aprovechamos una oferta de El Tenedor para ir al restaurante mexicano La Leyenda del Ágave, que se encuentra en el barrio de Salamanca.

El local está en un sótano y la iluminación es tirando a escasa, lo que provoca que pida disculpas por la paupérrima calidad de las fotos ya que no me gusta usar el flash para la comida. También nos llamó la atención la cantidad de mesas que había y tuvimos que agradecer que fuera un día tranquilo para evitar apreturas.



Como botana, forma mexicana de llamar a los entrantes, pedimos Queso fundido con chorizo. Un plato sencillo, contundente, rico y barato. Difícil pedir más.



Como plato principal empezamos pidiendo una Tinga de pollo, que es carne de pollo deshilachada con guarnición, en este caso compuesta por arroz, frijoles y nachos. Aparte, ponen unas tortillas de harina para que cada uno se haga los tacos a su gusto. El pollo estaba muy bueno, pero era imposible meter toda esa cantidad en sólo cuatro tacos. Eso sí, no había problemas en pedir más a mayores.



Como homenaje al plato que más nos gustó de nuestras vacaciones en México, dónde habrán quedado, pedimos Cochinita pibil, que es carne de cerdo envuelta en una hoja de plátano que se cuece, tradicionalmente sería en un horno excavado en la tierra, y se acompaña por cebolla morada. La guarnición fue a base de frijoles y nachos. No sé si nos envolvió el recuerdo de las vacaciones, pero nos encantó este plato, aunque eso sí, había que tener cuidado con todo el jugo que soltaba la carne.




El postre lo dedicamos (lo pongo en plural, pero fui yo el que dio buena cuenta de ambos) a la cajeta, o dulce de leche: una Crepa, o crepe, con cajeta y helado de vainilla y un Flan de cajeta. Qué puedo decir: muy dulces = muy ricos (para mi, claro).



Ya que cenábamos con descuento, decidimos "invertir" el dinero ahorrado en dos Margaritas, una de tamarindo y otra de limón, que para eso estábamos en un restaurante mexicano. He tomado pocos en mi vida, y estos me parecieron que estaban buenos sin resultar demasiado fuertes.



Hacía mucho que no íbamos a un restaurante mexicano, tanto que la última vez ni siquiera habíamos empezado el blog, pero la vuelta nos dejó más que contentos: mucha comida rica a buen precio. No es la cosa más fina del mundo, pero tampoco es lo que buscábamos. El servicio también estuvo bien, aunque como no había muchas mesas ocupadas tampoco es muy complicado. Con un descuento del 50% en comida salimos a menos de 25€ por persona, pero porque para compensarlo pedimos un par de margaritas y dos postres que subieron la cuenta final.


Ficha:

La Leyenda del Ágave
c/ Núñez de Balboa, 37
28001 Madrid
Tlf: 91 431 16 06
Web: La leyenda del Ágave


Lo mejor: la cochinita pibil
Lo menos bueno: las mesas están demasiado juntas
Precio: 20-25€

sábado, 2 de abril de 2016

Restaurante El Qüenco de Pepa - Madrid

Me suele gustar la Semana Santa en Madrid porque la ciudad se vacía bastante, aunque eso provoca que unos cuantos restaurantes se tomen un descanso merecido. Por ello, tras hacer caso a la sabiduría gastronómica de mi prima, nos dimos por satisfechos por poder reservar mesa en el restaurante El Quënco de Pepa, que lleva desde 2014 consiguiendo un Sol Repsol.

El salón es pequeño, así que nos acomodaron rápidamente y tras un rápido vistazo a la carta vimos que todo muy buena pinta, así que para probar más cosas decidimos pedir medias raciones en los entrantes.



Empezamos con unas Colmenillas que, con la crema que las acompañaba, estaban buenísimas. No habíamos probado antes esta seta, pero seguro que lo volveremos a hacer.



Seguimos con el Pulpo con crema de patata y ajada, que pese a no convencernos su textura, por ser demasiado "gomosa", el sabor era muy bueno.



Y qué mejor manera de acabar con los entrantes que con unas Gambas rojas. Espectaculares. No hay mucho más que decir.



De plato principal pedimos por un lado Bacalao skrei. Yo lo había probado una vez cuando se lo pidió mi hermano en nuestra visita a La Viña de Patxi y estaba enamorado de su sabor, pero lo que me encontré aquí fue algo que no sabía a nada. Una verdadera pena.



Por otro lado, pedimos el Salmonete de roca a la plancha con flor de sal que fue el polo opuesto del bacalo: jugoso y muy sabroso. Ya de paso nos quitamos la espinita clavada del Pedro Olivar.



Salvo el bacalao todo estuvo muy bueno, así que pedir postre fue casi una obligación. Probamos las Frambuesas con chocolate blanco que, como estaban bien dulces, a mi me encantaron.



Por último, pedimos el Sorbete de lima limón al vodka que fue toda una sorpresa: el punto ácido del sabor a lima limón, más el del vodka, mejor para mi gusto que el del cava, fueron una combinación perfecta.



Salimos muy contentos de nuestra visita a este restaurante. La carta te permite volver varias veces y que cada vez sea una experiencia distinta y, salvo el lunar del bacalao, no dudamos que todo estará muy bueno. Salimos a 75€ por cabeza, pero bien es cierto que no nos cortamos en nada. Si acaso, voy a poner dos peros: como siempre digo, me parece horrible la costumbre de no incluir el IVA en los precios, aunque se ponga aparte que no lo está, y tampoco me gustó nada que según nos sentamos nos sirvieran una botella de agua que ni pedimos, ni probamos, y luego, por supuesto, nos cobraron. Ya para finalizar, no quiero dejar de comentar que el servicio fue excelente, a la par que la comida.


Ficha:

El Qüenco de Pepa
c/ Henri Dunant, 21-23
28036 Madrid
Tlf: 91 345 10 84
Web: El qüenco de Pepa


Lo mejor: las gambas rojas
Lo menos bueno: el bacalao Skrei
Precio: 70€