Me suele gustar la Semana Santa en Madrid porque la ciudad se vacía bastante, aunque eso provoca que unos cuantos restaurantes se tomen un descanso merecido. Por ello, tras hacer caso a la sabiduría gastronómica de mi prima, nos dimos por satisfechos por poder reservar mesa en el restaurante El Quënco de Pepa, que lleva desde 2014 consiguiendo un Sol Repsol.
El salón es pequeño, así que nos acomodaron rápidamente y tras un rápido vistazo a la carta vimos que todo muy buena pinta, así que para probar más cosas decidimos pedir medias raciones en los entrantes.
El salón es pequeño, así que nos acomodaron rápidamente y tras un rápido vistazo a la carta vimos que todo muy buena pinta, así que para probar más cosas decidimos pedir medias raciones en los entrantes.
Empezamos con unas Colmenillas que, con la crema que las acompañaba, estaban buenísimas. No habíamos probado antes esta seta, pero seguro que lo volveremos a hacer.
Seguimos con el Pulpo con crema de patata y ajada, que pese a no convencernos su textura, por ser demasiado "gomosa", el sabor era muy bueno.
Y qué mejor manera de acabar con los entrantes que con unas Gambas rojas. Espectaculares. No hay mucho más que decir.
De plato principal pedimos por un lado Bacalao skrei. Yo lo había probado una vez cuando se lo pidió mi hermano en nuestra visita a La Viña de Patxi y estaba enamorado de su sabor, pero lo que me encontré aquí fue algo que no sabía a nada. Una verdadera pena.
Por otro lado, pedimos el Salmonete de roca a la plancha con flor de sal que fue el polo opuesto del bacalo: jugoso y muy sabroso. Ya de paso nos quitamos la espinita clavada del Pedro Olivar.
Salvo el bacalao todo estuvo muy bueno, así que pedir postre fue casi una obligación. Probamos las Frambuesas con chocolate blanco que, como estaban bien dulces, a mi me encantaron.
Por último, pedimos el Sorbete de lima limón al vodka que fue toda una sorpresa: el punto ácido del sabor a lima limón, más el del vodka, mejor para mi gusto que el del cava, fueron una combinación perfecta.
Salimos muy contentos de nuestra visita a este restaurante. La carta te permite volver varias veces y que cada vez sea una experiencia distinta y, salvo el lunar del bacalao, no dudamos que todo estará muy bueno. Salimos a 75€ por cabeza, pero bien es cierto que no nos cortamos en nada. Si acaso, voy a poner dos peros: como siempre digo, me parece horrible la costumbre de no incluir el IVA en los precios, aunque se ponga aparte que no lo está, y tampoco me gustó nada que según nos sentamos nos sirvieran una botella de agua que ni pedimos, ni probamos, y luego, por supuesto, nos cobraron. Ya para finalizar, no quiero dejar de comentar que el servicio fue excelente, a la par que la comida.
Ficha:
El Qüenco de Pepa
c/ Henri Dunant, 21-23
c/ Henri Dunant, 21-23
28036 Madrid
Tlf: 91 345 10 84
Web: El qüenco de Pepa
Web: El qüenco de Pepa
Lo mejor: las gambas rojas
Lo menos bueno: el bacalao Skrei
Precio: 70€
No hay comentarios:
Publicar un comentario