En un fin de semana algo diferente, conseguimos dejar a un lado nuestras habituales ganas de carne para ir a un restaurante más enfocado al pescado en Valladolid. Intentando ir a lo seguro nos decidimos por el Pedro Olivar, que se encuentra en una calle casi perpendicular a Miguel Íscar.
La decoración del local es la típica de los restaurantes marineros, y aunque tal vez resulte algo pasada de moda, como de este tema controlamos más bien poco, pasamos página y nos dedicamos a la comida, que para eso tenemos este blog.
La decoración del local es la típica de los restaurantes marineros, y aunque tal vez resulte algo pasada de moda, como de este tema controlamos más bien poco, pasamos página y nos dedicamos a la comida, que para eso tenemos este blog.
De entrante cayó una nécora cocida, ya que no las tenían a la plancha, y resultó jugosa y de buen sabor.
No llegamos a tener una carta en la mano, pero cuando nos cantaron que tenían coquinas, nuestros ojos se iluminaron y las pedimos sin dudar. ¿El problema de esto? Que nos cobraron 40€ por la ración. Parece mentira que a veces seamos tan pardillos y nos ciegue tanto la gula que no preguntemos estas cosas cuando casi siempre te clavan. Para nuestro consuelo, las coquinas estaban espectaculares.
Para terminar con los entrantes pedimos una ración de pulpo que estaba bueno, no así la patata que se hacía migas sólo con mirarla.
De plato principal pedimos unos salmonetes que, para nuestro gusto, eran demasiado pequeños, lo que provocó que resultaran algo secos. El sabor no fue malo, pero el conjunto era mejorable.
También pedimos besugo, que estaba francamente bueno. Grande, jugoso y de un sabor excelente, compensó en parte la decepción de los salmonetes.
De postre pedimos unos canutillos que, de haberlo sabido, jamás me hubiera acercado a ellos. Parecían haber sido preparados hace días (que se note que digo que parecían, no que estuvieran) y la cobertura estaba muy blanda. Para el sabor, que no me dijo nada, no creo ser muy objetivo, ya que la parte de fuera me quitó toda la ilusión.
Nuestra visita a este restaurante tuvo muchas luces y sombras. Las excepcionales coquinas, el salmón y la nécora frente a los salmonetes y, sobre todo, a los canutillos no nos han dejado la mejor de las huellas. No tengo duda de que se puede comer muy bien, pagando la calidad evidentemente, pero hay cosas que no están a la altura. El servicio fue bastante bueno en general, y quitando que considero que nos deberían haber advertido de los precios cuando no tienes una carta, asumo mi parte de culpa y no tengo más pegas que poner. En cuanto al precio, que en nuestro caso fue de 70€ por persona, hace esperar menos defectos en ciertos platos, pero si hay más acierto al elegir, no dolerá tanto.
Nuestra visita a este restaurante tuvo muchas luces y sombras. Las excepcionales coquinas, el salmón y la nécora frente a los salmonetes y, sobre todo, a los canutillos no nos han dejado la mejor de las huellas. No tengo duda de que se puede comer muy bien, pagando la calidad evidentemente, pero hay cosas que no están a la altura. El servicio fue bastante bueno en general, y quitando que considero que nos deberían haber advertido de los precios cuando no tienes una carta, asumo mi parte de culpa y no tengo más pegas que poner. En cuanto al precio, que en nuestro caso fue de 70€ por persona, hace esperar menos defectos en ciertos platos, pero si hay más acierto al elegir, no dolerá tanto.
Ficha:
Restaurante Pedro Olivar
c/ Marina Escobar, 5
c/ Marina Escobar, 5
47001 Valladolid
Tlf: 983 30 95 31
Facebook: Pedro Olivar
Facebook: Pedro Olivar
Lo mejor: el besugo
Lo menos bueno: los canutillos
Precio: 70€ (unos 60€ si hubiéramos pedido otra cosa en lugar de las coquinas)
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