jueves, 7 de noviembre de 2013

Restaurante Ágora



¿Fin?
Así fue como acabó nuestra visita en el Restaurante Ágora de Valladolid. ¿Por qué empezar por el final?. Porque fue el final de infarto para una comida espectacular. Pero no adelantemos acontecimientos...

Comenzamos por el vino:


En esta ocasión no contamos con la inestimable colaboración de nuestra experta en vinos (por cuestiones de vendimia, evidentemente) así que nos dejamos aconsejar por la camarera. La elección fue un Décima Tabla Crianza de 2006, un vino con cuerpo e ideal para lo que nos iba a acompañar durante la comida.

La tapa:


Como tapa nos dieron pudding de cabracho con reducción de Pedro Ximénez, una buena forma de comenzar con una gran comida. Pese a estar muy bueno, rápidamente quedaría ensombrecido por un entrante que no hubiésemos pedido si uno de nuestros gourmets no lo hubiese pedido antes...

Una auténtica joya gastronómica que hubiese pasado desapercibida.
El carpaccio de carabineros fue una de las sorpresas del día y el mejor entrante del que pudimos disfrutar. Una delicia para el paladar y plato de obligado cumplimiento para futuras visitas. Simplemente exquisito.

Ricas, ricas...

Unas mollejas con boletus. Las mollejas suelen ser un plato bien recibido por el elenco de Gourmets en Acción. Aunque personalmente no soy fan de la casquería, cada vez me voy aficionando más a esta variante, y puedo decir que esta forma de preparación pasa a ser una de mis preferidas.

Pasando a los platos principales:


El solomillo con verduras y patatas es una de las especialidades de la casa. Su preparación, muy poco hecho, como siempre.



El solomillo con foie es una variante del anterior, también delicioso.

Y es aquí donde la gente del Ágora demostró su buen hacer y su preocupación por la clientela, y motivo por el cual volveremos gustosamente a este restaurante: El solomillo al foie lo dejaron al punto, y al venir la camarera a preguntar si todo era de nuestro agrado, le comentamos (siempre amablemente) lo que ocurría con el solomillo. Estaba lo suficientemente bueno, pero la camarera avisó al cocinero y éste vino a explicarnos lo que había ocurrido, que la carne la habían sacado muy fría de la cámara y para que estuviese caliente la dejaron un poco más. Entonces el cocinero volvió con otro solomillo muy poco hecho y con patatas chips caseras que estuvo incluso mejor que los que ya habíamos comido. Todo un detalle que dice mucho, y muy bueno, de ellos.

Y, para terminar, la otra sorpresa del día.

He aquí su majestad, el FLAN DE PUÑO.

El postre consistió en un helado de higos y sobre todo el flan, que será reconocido como el FLAN DE PUÑO. Un reto que nos lanzó la camarera y, valientes como somos, recogimos el guante. Semejante flan, entre dos personas (y media). Un reto para valientes.

Flan auténticamente casero y de los mejores que hemos podido probar.

Se cruzaron apuestas frente a este reto en las mesas vecinas. El final, ya lo habéis visto al principio.

¡¡¡Prueba superada!!!

Por supuesto, no se cenó absolutamente nada después de esa titánica tarea.

Desde luego por la comida y por el servicio es un sitio donde hay que volver.

Ficha:

Restaurante Ágora
Calle de Pedro Niño, 1 
47001 Valladolid
Tlf: 983 34 25 12

Lo mejor: El solomillo
Lo menos bueno: difícil aparcamiento (hay parking de pago cerca)
Precio: Medio
A destacar: El carpaccio de carabineros y nuestro favorito flan de puño.

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