viernes, 27 de septiembre de 2013

Mesón de Pedro


Una buena manera de manejar un cuchillo.
Otra vez me estaba quedando atrás con las reseñas, así que es hora de ponerse al día con las mismas.
En esta ocasión nos desplazamos hasta la localidad de Matapozuelos (Valladolid) al Mesón de Pedro. 

Como se puede ver en la foto una de las especialidades de la casa es el pincho de lechazo, pero primero vayamos con los entrantes:


Como caldo para acompañar al menú se eligió un Viña Pedrosa Crianza de 2009, un vino bastante bueno para pasar lo que se nos venía encima.

Dieta Pro-colesterol en toda regla
Como hemos hecho en otras ocasiones, abrimos juego con la típica tabla de marisco de tierra (lomo, jamón, chorizo y queso). Buen entrante aunque no resultase sorprendente.

Engañan, no son de jamón sino de huevo.
Unas croquetas para seguir cogiendo tono. Una bechamel cremosa y un relleno de huevo que estaba bastante bien. Uno se puede coger un mosqueo si cree que van a ser de jamón.

¿Lechazo sin ensalada? ¡Qué raro! (salvo para Javi, él es lechazo y lechazo)
El verde, rojo y blanco que no falte en la mesa castellana antes de que su majestad haga aparición en la mesa.

Y, por fin, llegan los platos principales. Y digo los, porque en el Mesón de Pedro son dos (como los donuts).

La pena es que estuvo un poco como nuestro Monarca
El famoso pincho de lechazo de la casa. Aunque no fue todo lo bueno que se esperaba... Nos encontramos con un primer pincho demasiado torrado (SACRILEGIO) que nos dejó un poco chafados. Bien es verdad que los restantes fueron buenos, pero fue una cruz para alzarse como Rey del pincho de Lechazo. En este caso La Puerta de la Ribera en Sardón de Duero sigue teniendo ese privilegio.

Pero el Mesón de Pedro guardaba un as en la manga y fue una de las sorpresas agradables del día:

¿Qué hay de nuevo, viejo?
La comida del día se salvó gracias a una carne menor: Un conejo al ajillo. Yo que no soy muy aficionado a esta carne me llevé una sorpresa al estar estupenda. De gusto excelente, un perfecto toque de ajo y el Mesón de Pedro encontró la redención con esta obra culinaria.

En cuanto a los postres:

Loas y alabanzas a la tarta de piñones
Siendo curioso que un manjar tan castellano como el piñón no haya dado más importancia a la repostería en forma de tarta. Una auténtica delicia para los postrerianos de pro.

100% Casero
Flan auténticamente casero y además una ración generosa (y no esos mini-cubiletes que ponen en otros sitios).

Al limbo de los postres. Bueno, pero sin destacar.
La mousse (más bien crema) de limón era simplemente correcta, no destacaba pero tampoco desentonaba. Buen desengrasante, eso sí.

Y así termina la crónica del Mesón de Pedro. Lo que había sido una decepción en un plato fuerte lo pudo compensar bastante bien con su compañero de largas orejas.


Ficha:

Mesón de Pedro
Av. Ramón y Cajal 17
47230 Matapozuelos (Valladolid)
Tlf: 983 83 26 50

Lo mejor: El conejo al ajillo.
Lo menos bueno: La atención (escasez de personal)
Precio: Medio
A destacar: Mejor ir entre semana, el problema del fin de semana es que se pueden ver un poco desbordados y se tarda más en atender y pueden ocurrir percances como el del pincho demasiado hecho.

1 comentario:

  1. Una pena el primer pincho de lechazo, aunque los demás eran excelentes. Yo fui sin mucha más intención que probar el conejo al ajillo y centrarme en los pinchos de lechazo, pero, qué error, estaba impresionante.

    Me sorprendió el flan de postre. Estando tristemente acostumbrado a postres pequeños, la ración de este restaurante se aproxima bastante más a lo que considero que debiera ser.

    El servicio estaba desbordado. Mucha gente para tan pocos camareros hace que me piense volver a ir en fin de semana.

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