sábado, 4 de octubre de 2014

Restaurante Miguelón - Madrid

A quien haya leído alguna vez nuestro blog, se habrá dado cuenta que, con diferencia, lo que más comemos cuando vamos a un restaurante, es carne en diversos formatos. Eso no quita que, de vez en cuando, probemos otros tipos de cocina.

En esta ocasión fuimos a un restaurante, que se encuentra en la zona del metro Pueblo Nuevo, especializado en cocina peruana: el Miguelón.

Es un pequeño local, con aspecto de bar de los de toda la vida, donde nos habían recomendado su cocina. Como, evidentemente, no somos unos expertos en este tipo de cocina, fuimos acompañados por un compañero peruano quién nos guiaría a través de los diferentes platos. Eso sí, todo hay que decirlo, los camareros también pusieron su grano de arena con las explicaciones.



Como primer entrante pedimos papa a la huancaína. Se trata de un sencillo plato compuesto principalmente por patata cocida a la que se le añade una crema de queso. La crema estaba francamente buena, así que, pese a que no me llamaba la atención sobre el papel, no tuve ninguna queja.



Otro entrante que pedimos fue el anticucho, que es un corazón de res macerado y sazonado. A la gente le suele echar un poco para atrás que sea corazón, pero, a parte de tener la imagen en la cabeza, simplemente es carne con una textura un poco más recia y sabor más fuerte. A mi me supo muy rico.



Por último, pedimos un tamal, que es una masa de maíz rellena (de carne en este caso). Estaba muy bueno, así que desapareció en un abrir y cerrar de ojos.



Ya de segundo pedimos lomo saltado. Ésto no es una comida que llame tanto la atención, ya que es carne de res con cebolla y tomate, servida en un plato con patatas fritas y arroz blanco. Estaba espectacular, y yo ya me he declarado un seguidor incondicional de este plato.



Otra elección fue una chaufa mixta. Chaufa (o arroz chaufa) es arroz frito con verduras y, en esta ocasión, mezclado con carne de pollo y res. Otro plato bueno y sencillo.



Para terminar con los segundos nos decantamos por un ceviche mixto. Puede que sea el plato más conocido de Perú, y no necesita más presentación. Para mi gusto, tenía un sabor demasiado fuerte a limón, pero, el hecho de no ser muy limonero juega en mi contra. Tanto mi compañero peruano, como otro, que es fan del ceviche, dijeron que estaba muy bueno.



Llegado el turno de los postres pedimos una torta de chocolate. Por suerte para mi, no tenía un sabor demasiado fuerte a chocolate excepto en la capa exterior. Estaba rica, pero no me dijo mucho más. Le sacará más virtudes alguien que aprecie más el chocolate que yo.



El camino del dulce nos llevó a pedir también la torta tres leches. Un postre de los míos, muy dulce, lo normal cuando entre los ingredientes tienes leche condensada y crema pastelera. Una lagrimilla de emoción corrió por mi mejilla al probarlo.


Para finalizar pedimos una mazamorra morada. Así a grandes rasgos, se puede decir que es una especie de gelatina a base de maíz morado. No estaba nada mal, pero lo mejor es el sabor diferente al resto de postres a los que estoy acostumbrado.

Brindando con un chupito de pisco terminó una buena experiencia en este restaurante. La única parte negativa fue el calor que hacía por no haber (o funcionar) aire acondicionado, pero afortunadamente, con una cerveza Cusqueña y pisco sour pudimos refrescarnos sin problemas.


Ficha:

Restaurante Miguelón
c/ Pileo, 4
28027 Madrid
Tlf: 911 55 77 87
Facebook: Miguelón


Lo mejor: el lomo saltado
Lo menos bueno: falta de aire acondicionado en verano
Precio: 20 €

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