jueves, 16 de julio de 2015

Gourmets en Japón: Izakaya Sanzoku - Tokio

Tras un día en el que visitamos el santuario de Nikkō, probablemente el más bonito del viaje, nos encontramos nuevamente a la hora de la cena en las cercanías del hotel, donde la parada de metro de Akasaka Mitsuke. Seguimos el ritual de otras veces de dar un paseo por la zona hasta encontrar un sitio que pareciera apropiado, cuando un empleado del Izakaya Sanzoku (izakaya es el típico bar/restaurante) nos comentó que fuésemos a su local, que se encontraba apartado de la calle principal, en una callejuela. El menú en inglés no tenía nada del otro mundo, pero como teníamos hambre accedimos a entrar en el restaurante, que se encontraba bajando unas escaleras. El local tenía el aspecto de una tasca de mala muerte, ya sé que exagero, y todo el mundo se nos quedó mirando cuando pasamos hasta nuestra mesa.



Como he comentado, el menú tampoco llamaba mucho la atención, pero en las mesas que se encontraban a cada lado, había cosas interesantes. A la izquierda tenían un gran cuenco con sopa donde metían muslos de pollo y verduras, y a la derecha un plato con carne y verduras. Ninguna de las dos cosas parecía estar en el menú, así que preguntamos al camarero. La sopa, efectivamente, no estaba en nuestro menú inglés, pero sí en el menú japonés que estaba sobre la mesa, así que mi cara fue todo un poema cuando me señaló sobre éste qué plato era. No obstante sí consiguió explicarme que era un plato que había que encargar con antelación. El plato de la derecha comenzó por los mismos derroteros, señalando sobre el menú en japonés, pero al ver mi cara de circunstancias, logró explicarme que era un plato coreano algo picante. Con semejante cantidad de información no tuvimos más remedio que pedirlo, previa confirmación que éste sí estaba disponible.

Así que nada, la foto sobre estos párrafos es del plato coreano algo picante. La carne era pollo, y pese a que la textura resultaba en principio algo peculiar, la verdad es que a todos nos pareció que estaba muy bueno. Eso sí, del picante no hubo apenas rastro. Desconozco si porque éramos extranjeros, no sé en qué pudieron notarlo, o porque era así de todas formas.



Pedimos también unas gyozas que nos habían recomendado previamente que, pese a su aspecto tan poco cuidado, resultaron muy sabrosas.



Quisimos probar también el tamagoyaki, que viene de tamago, huevo, y yaki, "a la parrilla". Vamos, que era una tortilla japonesa. No era nada del otro mundo, pero se dejaba comer.



Por último, nuestra baza segura con los yakisoba, esta vez con un huevo frito por encima que había que mezclar con el resto, cosa que nos habíamos imaginado desde un principio, pero que una señora muy amable nos instó a realizar. Estaban riquísimos, pero además de cumplir su función nutritiva, también sirvió de entretenimiento para la gente de alrededor que veía nuestras evoluciones con los palillos.

La cosa se alejaría definitivamente de los cauces habituales cuando, tal vez como premio a habernos acabado todo sin mancharnos, los de la mesa del cuenco de sopa nos invitaron a una sopa de genjibre, a lo que nosotros respondimos ofreciendo tabaco a la mujer de la mesa que estaba fumando (sí, aquí también se podía fumar). Puesto que jugaban en casa, no iban a ser menos, nos regalaron una cajetilla entera de su tabaco y un cuenco con una sopa de fideos espectacular. A partir de aquí ya todo se fue de madre y les explicamos como pudimos lo que habíamos hecho en el viaje y cosas así, y ellos nos dedicaron unas cuantas frases en español que habían traducido en sus móviles. Sin palabras, ¡que gente más encantadora!.

La oferta de comida no era muy abundante, por lo menos en el menú en inglés, pero las cosas que comimos estaban muy ricas. El aspecto del local puede dejar que desear si se va con las expectativas altas, pero a mi me gustó porque fue la vez que más me sentí en un sitio hecho para gente local. Gastamos algo más de 10 euros por cabeza, pero se debe a que pedimos poca comida. El servicio fue tan amable como suele ser habitual.


Ficha:

Izakaya Sanzoku (いざかや山賊)
4 Chome-2-8 Akasaka, Minato-ku
Tōkyō-to 107-0052, Japón
Tlf: +81-3-3505-2640

Lo mejor: el ambiente y las gyozas
Lo menos bueno:
Precio: 15€

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